Hipocresía publicitaria

Esta semana ha comenzado a circular por la redes sociales el que se ha convertido ya en el tradicional anuncio de Campofrío por Navidad. Si no lo has visto aún plantéate darle más caña a tus cuentas porque entonces es que no estás online. De todas formas, aquí dejo el enlace para que puedas concluir tu propia opinión, de hecho, voy a verlo de nuevo antes de continuar con esta entrada, aunque no creo que cambie de parecer.

Pues bien. Realmente no entiendo la mayoría de los comentarios que veo en las redes haciendo referencia a esta pieza publicitaria: «es fantástico» «genial» «buenísimo»,… Exceptuando alguna opinión con la que me identifico, al resto de personas parece que con ver el anuncio se les olvida todo lo realmente estamos viviendo. Esta mañana fue cuando vi el anuncio por primera vez, aún en la cama, recién levantada, y he de decir que mi reacción al terminar de verlo no fue para nada positiva.

Mi primera reacción: ¡qué hipocresía!

Mi primer pensamiento: «parece un anuncio comprado por el gobierno para evitar la fuga de los españoles a otros países».

Mi primera pregunta: «Si realmente tuvieras la oportunidad de irte a otro país a labrarte un futuro profesional y personal, a priori, más tranquilo y seguro, ¿te irías?»

La primera respuesta que obtuve (de otra persona): «Si, me iría».

Mi segunda pregunta (retórica): ¿Entonces?

Estoy de acuerdo con el reflejo que se hace de nuestro carácter, de nuestra forma de vida, del trato cercano y personal que nos mostramos los unos a los otros, de nuestro humor (y del humor que provocamos fuera de nuestras fronteras también), y me siento orgullosa de haber adquirido esas cualidades, pero no creo que sean suficientes como excusa para quedarnos en un país que no nos ofrece nada a cambio. Ni estabilidad, ni seguridad económica, ni siquiera ilusión ni esperanza alguna de que las cosas vayan a mejorar.

No sé si exagero o me salgo de madre al pensar que puede ser un mensaje publicitario comprado por el gobierno de turno, pero desde luego, yo no lo compro. Muy buena producción, buen montaje, buenos actores y personajes televisivos y, seguro, la mejor de  las intenciones. Pero no, no lo compro.